miércoles, 3 de febrero de 2010

Batallas y Toreos

... Y por fín,
la dejaron en paz.

Se fueron a torear a otra parte,
a los campos de Huelva,
donde los sementales y toros de lidia
pacen con tranquilidad
porque saben... y no saben,
que su final es
o bien engendrar
o bien ser atracción en una plaza
redonda, con tierra de albero,
al público entero
mirando y opinando por su destino.

Dos orejas y un rabo ¡ole!
la madre que te parió, que te consiente tó,
entre finos y bulerías,
Ay! Qué tremenda
mi Andalucía.